Un orangután se curó con una planta medicinal: ¿qué se sabe de otros casos?

Un orangután salvaje de Sumatra llamado Rakus con una herida facial, dos días antes de que los científicos le observaran aplicándose repetidamente una planta medicinal masticada para tratarla, en el Parque Nacional de Gunung Leuser en Sumatra, Indonesia, en junio de 2022. (Armas vía The New York Times)
Un orangután salvaje de Sumatra llamado Rakus con una herida facial, dos días antes de que los científicos le observaran aplicándose repetidamente una planta medicinal masticada para tratarla, en el Parque Nacional de Gunung Leuser en Sumatra, Indonesia, en junio de 2022. (Armas vía The New York Times)

En una reserva forestal de Indonesia, unos científicos observaron a un orangután macho salvaje frotándose repetidamente una herida facial con hojas masticadas de una planta medicinal.Se trata de la primera observación conocida de un animal salvaje que utiliza una planta para curar una herida, y se suma a las pruebas de que los humanos no son los únicos que utilizan plantas con fines medicinales.

El orangután macho, Rakus, vive en el Parque Nacional de Gunung Leuser, en la isla de Sumatra, y se cree que tiene unos 35 años. Durante años, los investigadores han seguido a orangutanes como él en sus viajes por la selva, mientras se abren paso a través de las copas de los árboles en busca de frutos para comer.

Los científicos de la zona de investigación Suaq Balimbing del parque observaron por primera vez una herida en su cara el 25 de junio de 2022, cuando vieron que comenzaba su comportamiento de automedicación.

“En cuanto me enteré, me entusiasmé muchísimo”, afirmó Isabelle Laumer, primatóloga del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, Alemania, en parte porque los registros de animales que se automedican son escasos, y más aún cuando se trata de curar heridas. Ella y sus colegas detallan el descubrimiento en un estudio publicado el jueves en la revista Scientific Reports.

La planta utilizada por Rakus, conocida como “akar kuning” o raíz amarilla, también la usan las personas en el sudeste de Asia para tratar la malaria, la diabetes y otras afecciones. Las investigaciones demuestran que tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas.

Los orangutanes rara vez comen esta planta. Pero en este caso, Rakus ingirió una pequeña cantidad y además se frotó la herida con ella varias veces. Cinco días después de que notó la herida, esta se había cerrado, y menos de un mes después “cicatrizó sin signos de infección”, dijo Laumer.

Michael Huffman, profesor visitante del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de Nagasaki, Japón, quien no participó en el estudio, declaró: “Hasta donde yo sé, este es el primer estudio publicado que demuestra que un animal utiliza una planta con propiedades biomedicinales conocidas para el tratamiento de una herida”.

En el pasado se han observado primates que parecían curar heridas, pero no con plantas. Según Simone Pika, experta en cognición animal de la Universidad de Osnabrück, Alemania, que documentó esta observación, se ha visto a un grupo de más de dos docenas de chimpancés de Gabón, África central, masticar y aplicarse insectos voladores en las heridas.

Un orangután salvaje de Sumatra llamado Rakus dos meses después de que los científicos le observaran aplicándose repetidamente una planta medicinal masticada para tratar una herida facial, en el Parque Nacional de Gunung Leuser en Sumatra, Indonesia, en junio de 2022. (Safruddin vía The New York Times)
Un orangután salvaje de Sumatra llamado Rakus dos meses después de que los científicos le observaran aplicándose repetidamente una planta medicinal masticada para tratar una herida facial, en el Parque Nacional de Gunung Leuser en Sumatra, Indonesia, en junio de 2022. (Safruddin vía The New York Times)

Los orangutanes han sido vistos utilizando plantas medicinales de una manera diferente: en 2017, los científicos informaron de que seis orangutanes de Borneo se frotaban en las piernas y los brazos las hojas masticadas de un arbusto con propiedades antiinflamatorias y analgésicas, probablemente para aliviar los músculos doloridos.

“Los patrones generales de aplicación son similares, y eso es bueno para nuestra comprensión de la propensión de la especie a este tipo de comportamiento de medicación”, dijo Huffman.

Los ejemplos de automedicación en primates siguen siendo infrecuentes y este comportamiento no se comprende completamente. Se sabe que los chimpancés, bonobos, gorilas y gibones de manos blancas comen ocasionalmente hojas ásperas y enteras, supuestamente para ayudarles a expulsar parásitos. Huffman y otros también han visto a chimpancés que mastican la médula amarga de una planta llamada Vernonia amygdalina para tratar infecciones parasitarias.

Pero ese comportamiento no es exclusivo de los primates. Las civetas indias, un mamífero parecido a los gatos, también se tragan hojas enteras, seguramente para quitarse gusanos. Varias aves tienen un extraño comportamiento, llamado hormigueo, en el que se frotan con hormigas para ayudarse a tratar los ácaros de las plumas u otros parásitos. Cientos de especies de abejas también recolectan extractos florales que impiden el crecimiento de hongos y bacterias en sus colonias, lo que podría considerarse un tipo de automedicación preventiva o de grupo.

Laumer espera que el estudio de Rakus ayude a crear más aprecio —y deseo de proteger— al orangután de Sumatra, una especie en peligro crítico de extinción. Incluso después de 30 años de estudio en el parque, los investigadores siguen aprendiendo cosas nuevas.

Tan solo en los últimos años, los científicos han demostrado que los orangutanes pueden resolver rompecabezas complejos, planear para el futuro, bromear y reír, como los humanos.

“Hay muchas cosas que aún no sabemos de estos simios”, afirmó.

c.2024 The New York Times Company

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