Rosita Arenas, la estrella de la Época de Oro del cine mexicano que fue rechazada por Luis Buñuel

Rosita Arenas como Meche en 'El bruto', de Luis Buñuel (Foto: Captura de pantalla)
Rosita Arenas como Meche en 'El bruto', de Luis Buñuel (Foto: Captura de pantalla)

Muchos consideran a la diva Silvia Pinal como la última actriz sobreviviente de la 'Época de oro' del cine mexicano, pero en realidad no es la única. Rosita Arenas, la protagonista de La maldición de la llorona (1963), sigue viva y se conserva lúcida a sus 90 años, aunque permanece alejada de los reflectores, como pudo corroborar Yahoo Vida y Estilo.

Al repasar sus memorias y recuerdos Arenas, quien nació en Venezuela, se detiene con agrado en el período que comprende la década de 1950 a 1960, un lapso en el que su filmografía fue prolífica tanto para ella a nivel personal como para el cine mexicano en general.

Estuvo a cargo de grandes realizadores de la época y compartió créditos con figuras de aquel entonces. Bajo la dirección de Ismael Rodríguez protagonizó la ya clásica película ¿Qué te ha dado esa mujer? (1951) junto a Pedro Infante y Luis Aguilar. Alternó con Cantinflas en El señor fotógrafo (1953) y Tin Tan en El médico de las locas (1956). Igualmente estelarizó una película de culto del cine de terror mexicano como lo es La momia azteca (1957).

Poster de 'LA MOMIA AZTECA CONTRA EL ROBOT HUMANO'. (Photo by LMPC via Getty Images)
Poster de 'LA MOMIA AZTECA CONTRA EL ROBOT HUMANO'. (Photo by LMPC via Getty Images)

Con aprecio recuerda sus participaciones en las adaptaciones nacionales de El Zorro, El látigo negro (1958) y El misterio del látigo negro (1958), filmes que hasta la fecha le gustan. Lo mismo le pasa con El amor que yo te di (1960), de Tulio Demicheli, donde personifica a la hija de Arturo de Córdova.

Le agrada repasar también su trabajo bajo las órdenes de Luis Buñuel en El bruto (1953), película en la que aparece junto a Pedro Armendáriz y Katy Jurado. Justo este proyecto le significó un reto por las diferencias que tuvo con el cineasta al principio del rodaje.

La actriz no estaba contemplada por el director para interpretar a Meche, la joven de quien se enamora Pedro, el tipo que mató a su padre sin que ella sepa que fue él. Arenas tenía contrato con la productora que hizo la película, compromiso por el cual debía ser parte del talento le gustara o no a Buñuel, quien no tenía de otra que aceptar esa condición porque así estaba estipulado.

"Yo no le daba (el perfil) de una niña de una vecindad en el centro de la Ciudad de México. Era difícil. Entonces, cuando me vio, me dijo: 'no, no, no. De ninguna manera. Usted no me da ese personaje'. Ni modo, la tenía que hacer, porque ya estaba yo firmada y él estaba firmado", le narró al conductor Óscar Uriel en el programa 24xSegundo.

"El primer día de filmación, en maquillaje y peinado, me hicieron mis trencitas. Me maquillaron toda bonita, me vistieron bien bonita. Llegué al set y (él, Buñuel, me recibió) con: 'no, no, no. No la quiero ni ver, y así menos'", cuenta acerca del rechazo previo a rodar su primera escena.

En vez de asustarse o intimidarse con la conducta del realizador, Arenas actuó en beneficio de su papel para ganarse la confianza de él. Proveniente de una familia con buen estatus socioeconómico, la actriz distaba de parecer una chica pobre, por lo que estudió a mujeres de la edad y condición de Meche para absorber ese perfil.

"Me lavé la cara, no me puse maquillaje. Me llené los pelos de grasa, me puse medias negras de popotillo, un vestidito y un rebozo. Entonces me vio y me dijo 'bueno, pero de todas maneras no me da el personaje'", describe sobre lo que tuvo que hacer para convencerlo. Porque terminó convenciéndolo. En El bruto se le observa utilizando un rebozo y con los cabellos grasientos para darle vida a Meche.

Han transcurrido 70 años desde que Rosita Arenas filmó ese proyecto que fue complejo en su carrera cuando tan solo tenía 20 años. Luis Buñuel iba en ascenso como cineasta en la industria cinematográfica de México con Los olvidados (1950) y Subida al cielo (1952). La actriz fue una de sus primeras figuras femeninas que destacaron en su filmografía, y eso lo tiene presente ella, una mujer que está contenta por pertenecer a la Historia del cine no solamente nacional sino internacional, pues El bruto hoy es objeto de estudio y análisis para entender el universo buñuelista.

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