Chumel Torres dice que los mexicanos son "huevones", aunque sea el país que más trabaja en el mundo

Chumel Torres, comediante y presentador de televisión, asistió al podcast Roast de Mario de la Rosa y Tyler Iriarte. En ese programa, señaló que muchas personas, en su opinión, ya no creen en López Obrador, pero mantienen un apoyo a su movimiento por el dinero que reciben mediante los programas sociales.

"La gente se ha ido desencantando, pero cuando te depositan 8 mil pesos al mes... ahí es muy distinto. El licenciado sabe perfecto que al mexicano le interesa "deposítame sin trabajar". Y así va a votar la gente: no me quites las asistencias. Opino que somos huevones. Yo tengo lo que tengo nomás porque jalo mucho. Yo voy a las escuelas de comunicación y les digo: yo sé más que tu profe. ¿Por qué? Porque estudio más que tu profe. Lo dije mal: no es que seamos huevones, es que somos comodinos", expresó.

Sus comentarios causaron gran revuelo en redes sociales, donde muchos usuarios le recordaron que su visión de que los mexicanos no quieren trabajar no podría estar más lejos de la realidad. Tal como lo indican datos de la OCDE, que dejan ver que México es, en realidad, el país en el que más se trabaja en el mundo. En la mayoría de países el promedio es de 32 horas, incluso debajo de las 40 horas que se toman como parámetro general. En México, hay jornadas de 48 horas —la discusión para que sean 40 sigue vigente—.

De acuerdo con World Population Review, en México se trabajan en promedio 2 mil 148 horas al año, un excedente que coloca al país en la cima de clasificación. ¿Cómo decir entonces que se trata de un país huevón en el que la gente sólo espera los programas sociales y con base en ello regala su voto a quien le prometa más dinero?

El economista Rodolfo de la Torre explicó a El País, en octubre pasado, que con la apertura económica de los noventa, México entró en una nueva etapa de excesos laborales, cuando se creía que pasaría justo lo contrario y habría más flexibilidad. "Lo que ocurrió es que la apertura comercial trajo un cambio en la estructura de la economía, en donde se privilegió el trabajo altamente calificado como complemento de la nueva tecnología y la tecnificación de los procesos productivos. Y esto puso en desventaja al trabajo no calificado que es mayoritario en México. Con esto se generaron problemas de desigualdad importantes que se han venido arrastrando ya por décadas”.

Quizá así se pueda entender que en México haya malos salarios, pero jornadas excesivas de trabajo. Y que Chumel Torres pueda vanagloriarse de sus ingresos, que le cuestan trabajo, claro, pero que cuentan con ventajas evidentes a nivel comercial y social. Y que su postura refleje una falta de consciencia de clase que se replica en el mismo sector poblacional al que él ahora pertenece.

Al mismo tiempo, esta posición de Torres deja abierto un frente que debería cuestionarse la oposición política de México: ¿es posible ganar votos expresándose de esa manera de las personas que apoyan al actual gobierno? Sin ellas, no hay político que pueda vencer. Pero, por lo visto, ni por estrategia manejan de mejor forma estos asuntos. En un tono parecido resbaló Xóchitl Gálvez el mes pasado, cuando dijo que quien no tenía un patrimonio después de los 60 años era "bien güey". Luego dijo que sólo se refería a Claudia Sheinbaum y no a todos los mexicanos, pero su comentario no cayó nada bien en un país que cada vez tiene más problemas de acceso a la vivienda.

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